Fernando de la Cerda Ibarra fue el hijo habido entre Fernando de la Cerda y Silva, caballero de Alcántara, comendador de Esparragosa de Lares y Benfayán, hijo de los duques de Medinaceli, y Ana González de Ibarra (1554-1610), natural de Esparragosa de Lares, estando solteros. En el testamento de Fernando de la Cerda y Silva, lo declara como hijo natural y lo encomienda a su esposa Ana Delatiloge. Por su parte, Ana González de Ibarra, en el suyo, también lo instituye por heredero.

Fernando de la Cerda Ibarra ingresó en la Orden de Santiago en 1605 y en 1609 recibió la encomienda de sus casas en Córdoba. Realizó una intensa carrera militar durante los reinados de Felipe II, Felipe III y Felipe IV, iniciando su expediente militar cuando marchó a Flandes con diecisiete años en 1594. Sucesivamente recibió los rangos de capitán de Caballería en Sicilia (1600), maestre de campo del Tercio de Infantería Española de Sicilia (1608), veedor general de la gente de guerra de Portugal (1618), veedor general de las Galeras de España en Lisboa (1618), capitán de la Guardia personal del cardenal infante Fernando (1623), capitán de una de las compañías de la Guardia de Castilla (1635), miembro del Consejo de Guerra de Italia (1636), cargo que conservó hasta el final de su vida, general de la Artillería de defensa de las fronteras de Guipúzcoa y Navarra, invadidas por Francia (1637 y 1638), gobernador militar de las cuatro villas del mar Cantábrico y de la provincia de Guipúzcoa (1640). [...]