Biografía
Este monje del Císter recibió el hábito en la Espina en 1595, no llegaría al grado de erudición que en su día llegó Dídimo, el ciego de Alejandría, quien dirigió la mismísima Escuela de Alejandría, pero es innegable que adquirió una cultura respetable que muchos con buena vista y muchos libros a su disposición, no llegaron a adquirir. El principal panegirista fue fray Juan Caramuel, monje del mismo monasterio y discípulo suyo en su juventud, luego elevado a distintas sedes de Europa. Sobre su maestro escribe esta frase lapidaria: “Coecus a nativitate, sed quod natura negavit visibus humanis, oculis ea pectoris hausit” (es decir, “siendo ciego de nacimiento, con todo, lo que la naturaleza le impidió ver con los ojos corporales, penetrábalo con los ojos del corazón”). Ciertamente, al no poder ver las cosas con los ojos corporales estaba más libre para verlas con los ojos del alma, y descubrir en ellas perfecciones que ningún otro veía en ellas. [...]
Obras
De Astrología y De Astronomía, s. l., c. 1620
Arte de Canto llano, Madrid, 1649.
Bibliografía
J. Caramuel, Mathesis Architectonica, Vegeven, 1678, fol. 132
N. Antonio, Bibliotheca Hispana Nova, Madrid, Joaquín Ibarra, 1783 (trad. de G. de Andrés y M. Matilla Martínez, vol. II, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1999, pág. 249)
R. Muñiz, Biblioteca Cisterciense española, Burgos, Joseph de Navas, 1793, págs. 351-353
E. Martín, Los bernardos españoles, Palencia, Gráficas Aguado, 1953, pág. 61.
Relación con otros personajes
Hechos y lugares
