Su padre Juan Agustín, nacido en Marsella (Francia) y muerto el 10 de abril de 1770, había servido en la Marina Real de Francia, antes de desempeñar el oficio de director de Víveres del Ejército español en Saboya e Italia durante la Guerra de Sucesión de Austria (1742-1748). En aquel período recibió el nombramiento de cónsul de España, sin sueldo, en Antibes (8 de abril de 1742) y de comisario de Guerra honorario. Poco antes de fallecer, había presentado a Aranda un proyecto relativo a una rehabilitación del canal imperial de Aragón (15 de mayo de 1766) y participado en la formación de la Sociedad Badin y Compañía dedicada a este fin (28 de diciembre de 1769).

Luis Miguel, quien había sido factor de su padre en Tortosa, le sucedió en el consulado de Antibes. Excluido en 1772 de la Sociedad Badin y Compañía, aprovechó su disolución, en 1776, para conseguir un sueldo para su consulado (1778). Trasladado al consulado de Elsinor en Dinamarca con 12.000 reales de sueldo (3 de mayo de 1781), demoró cuanto pudo su viaje, con la esperanza de lograr un mejor destino. Por fin, provisto de su patente (14 de enero de 1783), llegó a Elsinor, donde no paró de enfrentarse con las peores dificultades financieras, hasta el punto de pasar por “el cónsul más pobre y pedigüeño que tiene el Rey”. Su viuda, Rosa Brignet, natural de Madrid, volvió a esta ciudad en la que falleció en 1801. [...]