206 a. C.
Los caudillos de los ilergetes Indíbil y Mandonio se rebelan contra Roma coincidiendo con la expulsión cartaginesa, seguramente con el ánimo de recuperar el control de esa parte de la Península. Serán derrotados y Publio Cornelio Escipión solo les condenará a pagar un tributo para hacer frente a los estipendios del ejército (Tito Livio 28, 34, 11).